Rutina de mañana: controla el brillo desde temprano
-
Limpieza suave pero efectiva: Usa un limpiador espumoso o en gel que retire el exceso de grasa sin dañar la barrera de tu piel.
-
Tratamiento con activos: Aplica un sérum con niacinamida o ácido salicílico para regular la producción de sebo y mantener los poros limpios.
-
Hidratante ligero: Sí, necesitas hidratar tu piel. Elige una fórmula en gel, oil-free y no comedogénica.
-
Protector solar obligatorio: Opta por uno con acabado mate o con control de brillo. Evita texturas pesadas.
Rutina de noche: limpia, trata y equilibra
-
Doble limpieza (si usaste maquillaje o SPF): Primero con aceite o bálsamo, luego con tu gel habitual.
-
Activos que limpian poros: Aplica ingredientes como ácido salicílico, retinoides o tónicos exfoliantes según tu tolerancia.
-
Hidratación balanceada: Finaliza con una crema ligera para restaurar y mantener la piel equilibrada durante la noche.