Los fibromas blandos, conocidos médicamente como acrocordones, son crecimientos pequeños, suaves y benignos que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, especialmente en zonas de fricción como el cuello, las axilas o la ingle.
¿Qué causa los fibromas blandos?
-
Predisposición genética
-
Fricción (ropa ajustada, collares)
-
Síndrome metabólico y obesidad (por aumento de factores de crecimiento similares a la insulina)
¿Se pueden prevenir?
Aunque la genética no puede modificarse, ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir la formación de nuevos fibromas:
-
Evita ropa ajustada o que roce constantemente la piel
-
Disminuye el consumo de carbohidratos para reducir los niveles de insulina
Importante: Estos cambios pueden ayudar a prevenir nuevos, pero no eliminarán los que ya tienes.
¿Son seguros los métodos caseros?
Internet está lleno de “trucos” para remover fibromas, como usar hilo dental o vinagre de manzana. Sin embargo, los dermatólogos no recomiendan estos métodos por riesgos como:
-
Irritación y cicatrices
-
Daño a la piel sana
-
Confusión con otras lesiones como neurofibromas, angiomas o incluso cáncer de piel
Consulta siempre a un dermatólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Cómo los trata un dermatólogo?
En consulta, los métodos más comunes son:
-
Crioterapia (congelarlos con nitrógeno líquido)
-
Escisión (corte quirúrgico simple)
Después del procedimiento, se recomienda aplicar vaselina en la zona para facilitar la cicatrización y usar protector solar para evitar manchas.